Desarrollo de las competencias digitales mediante la gamificación

Desarrollo de las competencias digitales mediante la gamificación

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Vivimos en un mundo gobernado por sistemas de conexión inalámbrica, espejos negros, móviles inteligentes, perfiles virtuales, comunidades digitales… Es tal el alcance de la tecnología que, en pocos años, no podremos diferenciar dónde está el límite entre el mundo físico y el ciberespacio.

La importancia de las competencias digitales

Con este panorama, no puedes negar que las competencias digitales son imprescindibles para sobrevivir. Hablamos de habilidades que la mayoría hemos tenido que adquirir sufriendo a ritmo de galera, pero que los nativos digitales llevan de serie cuando se trata de moverse con las TIC. Solo por eso, es casi obligatorio digitalizar tanto el aula y como el perfil de los docentes.

Aspectos básicos del desarrollo personal como la empleabilidad, la formación, las relaciones personales o la socialización pasan, hoy en día, por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Unas tecnologías que requieren de unas competencias muy concretas, entre las que destacan la comprensión del lenguaje digital o el manejo de programas informáticos.

En realidad, el fin último es el de ofrecer a los alumnos herramientas para gestionar la información, desarrollar la creatividad, fomentar la comunicación, defenderse de los peligros del ciberespacio y alcanzar sus objetivos vitales. Pero, todo esto que suena tan serio, debe amenizarse con recursos educativos que motiven, y ahí entran los juegos educativos.

¿Por qué hay que incluir la gamificación en el aula?

Los juegos didácticos digitales son ideales para poner en movimiento estas competencias. Puede que la imagen del gamer no te inspire mucha confianza, pero los juegos para niños del siglo XXI son como la vida actual: digitales. No hay que tener miedo a la gamificación, ya que este tipo de recursos no es más que la actualización de las programaciones tradicionales basadas en el juego. Y si Piaget no se equivocaba, el ocio (digital o no) es el pilar del desarrollo humano.
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