Cómo hacer únicos los libros de colegio para no perderlos

Cuando en una clase, la mayoría de los estudiantes tienen los mismos libros de texto, existe el problema latente de que se puedan confundir unos con otros y perderse a lo largo del año escolar. Para evitar esto, nada mejor que identificarlos de una manera que resulte única, con el fin de que sea casi imposible que se pierdan.

Los libros de texto son apoyos indispensables en el proceso de aprendizaje. Estos representan, a nivel académico, la principal fuente de consulta, tanto para profesores y maestros, como para estudiantes. Evitar que los mismos se pierdan es clave para que todo el proceso transcurra sin inconvenientes y los participantes de la clase logren un óptimo desempeño.

Portadas y carátulas personalizadas

La primera alternativa para lograr que cada libro de texto sea diferente es utilizar una portada o carátula única. En portadasycaratulas.com tienen disponibles diversos diseños que pueden ser adaptados a los gustos de cada estudiante, con el fin de que se sientan motivados con todos sus útiles escolares.

De hecho, es posible realizar la descarga de cualquiera de los diseños presentados y modificar los datos que correspondan, con el fin de darle la personalización necesaria al libro de texto elegido. Existen diversos datos que se pueden colocar según los deseos y las necesidades, siendo algunos de ellos: el título del libro, el correo y número de teléfono del dueño, el contenido interno, entre otros.

Personalizar la portada es la mejor opción, porque es la parte más visible del libro, por lo que será posible acceder a ella en cualquier momento, desde cualquier lugar, y diferenciarlo en momentos puntuales en los que suele ser muy difícil recoger todos los libros propios con facilidad.

Colocar el nombre en lugares clave

Lo más común es que el nombre del dueño del libro se coloque en una etiqueta, en la portada o en la primera página del libro, eso está bien. Sin embargo, se puede aprovechar para ser un poco más perspicaz y colocarlo en 2 o 3 páginas internas que estén alejadas entre sí. De esta manera, se podrá identificar fácilmente frente a otros libros que sean idénticos.

Lo ideal es que no sea solo en la primera o última hojas, sino que forme parte del cuerpo del libro, lo cual es poco frecuente, y puede proporcionar un nivel mayor de protección frente al extravío.

Colocar una dedicatoria

Las dedicatorias son escritos que se colocan de forma común en la primera hoja de un libro cuando se obsequia a otra persona. No es algo frecuente hacerlo con libros escolares, pero podría significar una buena oportunidad para convertir el ejemplar en algo único y, al mismo tiempo, alentar al estudiante con algún mensaje positivo que pueda leer cada vez que lo utilice.

Esto es muy práctico, por ejemplo, cuando se trata de una asignatura que a un niño o un adolescente no se le da bien, y puede usarse dicho mensaje para reforzar su confianza personal, al motivar para que pueda ser capaz de enfrentarse a cualquier dificultad.

Con una etiqueta grande en la portada

Si la opción de la carátula no resulta conveniente, también se puede personalizar colocando una etiqueta grande del tema favorito sobre la portada. Esto puede ser, por ejemplo, su caricatura ideal, el equipo deportivo que siga o su banda de música predilecta.

A nivel psicológico, esto tendrá una doble ventaja, pues evitará que el libro se pierda, y además, le dará al estudiante sentido de propiedad y de deseo por tenerlo, gracias a que en su portada podrá encontrar algo que le motivará y que le hará sentir único y diferente.

Personalizar los libros es una excelente práctica que los adultos pueden implementar para evitar que sus hijos extravíen los libros mientras están en clase. Aunque no son soluciones definitivas, porque todas requerirán esfuerzo por parte del estudiante para mantener bien los libros, sí que son un recurso valioso que se puede utilizar con sabiduría para no apartar sus gustos y deseos.