El reto enriquecedor de estudiar en el extranjero: 6 beneficios principales

El reto enriquecedor de estudiar en el extranjero: 6 beneficios principales

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Estudiar en el extranjero es una experiencia que cambia por completo la vida de una persona, facilitando la mejora de su red personal de contactos, permitiendo el conocimiento de nuevas culturas, mejorando el nivel educativo y la proyección de carrera profesional de la persona.

La globalización en los últimos años ha facilitado este movimiento de estudiantes, que deciden estudiar en el extranjero como complemento a toda su educación de juventud. Existen muchas guías online que ayudan a los estudiantes en esta experiencia, como la web estudiarporelmundo.com, que analiza en detalle destinos, carreras, becas y estudios de idiomas.

La propia aceptación del reto de estudiar fuera ya es en sí misma beneficiosa, pero se pueden analizar algunos enfoques importantes de las bondades del estudio en el extranjero y la experiencia de vivir durante un tiempo prolongado en un país en el que no has nacido. Veamos algunos de estos enfoques.

1. Conocimiento de idiomas

Vivir en un país con un idioma diferente es el escenario real ideal para poner en práctica los conocimientos. La experiencia en el extranjero genera necesidades, de compras, desplazamientos, gestiones… que se necesitan realizar y exigen de una comunicación en la lengua extranjera. Estas situaciones te empujan a mejorar tu nivel en el idioma concreto, y además el método de aprendizaje no es teórico, más similar a cómo hemos aprendido nuestra lengua natal.

La adquisición de competencias de idioma, depende de la carrera profesional, pero muy a menudo redundan en beneficios laborales a futuro. Hoy en día las organizaciones cada vez son más globales o multinacionales, y estas compañías suelen ofrecer los empleos más numerosos. Para trabajar en ellas es esencial el dominio de varios idiomas. 

2. Vivir otro estilo de enseñanza

Cada país tiene su método educativo, por lo que estudiar en otro país puede ampliar tus miras en términos de horizonte académico, y puede aumentar tu capacidad de adaptación a diferentes entornos de trabajo o de vida. Esto es muy valorado por los empleadores, te ayuda a mejorar tu perfil emprendedor y en todo caso aumenta tus habilidades para afrontar mejor tus desafíos futuros. 

3. Tener un perfil profesional más competitivo

Cuando optas a una oferta de trabajo y presentas tu candidatura a ella, entras en una competición con los otros candidatos. Además de saber otros idiomas, la experiencia de haber vivido en el extranjero suele ser atractiva para los empleadores y empresas que contratan. Por tanto, se puede convertir en un factor diferencial para que consigas el trabajo que quieres. Y es que vivir en el extranjero te capacita con muchas competencias blandas o soft skills que hoy en día se demandan en los empleos, habilidades como comunicación, resolución de problemas, resiliencia, liderazgo, análisis, etc.

4. Ampliar la red de contactos

Es innegable que vivir en el extranjero proporciona nuevos contactos, que pueden ser importantes en los ámbitos personales o profesionales. En ocasiones, puede generar directamente oportunidades laborales, o darte a conocer a un futuro socio comercial.

5. Aprender nuevas perspectivas culturales

Conocer y aprender de otras culturas es tremendamente enriquecedor. Las nuevas perspectivas permiten a las personas ser más flexibles, adaptables, y beneficiarse de la riqueza de los entornos.

6. Encontrar nuevos intereses

Estudiar en otro país puede ayudarte a descubrirte a ti mismo. Al cambiar de entorno, las actividades que se ponen a tu disposición son distintas, y puedes descubrir incluso nuevas habilidades que nunca hubieras pensado tener. Las tradiciones también juegan un papel importante. Observarlas con respeto e incluso participar en ellas, pueden ayudarte a ser tolerante y a redescubrirte como un ciudadano del mundo.